jueves, 11 de noviembre de 2010

Los consejos de crianza que me hubiera gustado recibir...

Hoy mi aportación es en respuesta al CARNAVAL DE BLOGS DE EDUCACIÓN CONSCIENTE Y CRIANZA RESPETUOSA iniciado por Laura Mascaró, en su blog TARKUS KIDS.

LOS CONSEJOS DE CRIANZA QUE ME HUBIERA GUSTADO RECIBIR

Seguramente te pasó que, al embarazarte, todo mundo comenzó a regalarte consejos no pedidos sobre crianza... qué maravilla!, si tan sólo los consejos fueran hechos siempre desde el amor y la buena energía en lugar de surgir del miedo y la inconsciente repetición de mitos y paradigmas aprendidos.

Confieso que a raíz de mi embarazo y la lluvia de consejos y teorías deprimentes que recibí, decidí no hacer lo mismo de ahí en adelante, nada como experimentar el no poder cerrar oídos y conciencia a todo el miedo que la humanidad cargamos acerca de la vida, el nacimiento, la libertad y el amor, increíble o no?

Si me pongo en modo CONSCIENTE y pienso antes de hablar y actuar, de pronto caigo en cuenta de la cantidad de basura que hablamos en torno a nuestra maternidad y la crianza de nuestros hijos.... ¿por qué?
¿Será que no queremos salirnos del esquema común y hablar de lo mucho que se nutre nuestra alma cada vez que amamantamos a nuestros hijos y sentimos su manita acariciándonos y sus ojos brillantes viéndonos? ¿será que necesitamos ese vínculo momentáneo y "reconfortante" que nos provee el compartir nuestras "malas"experiencias en relación a nuestros hijos?, esas noches en que nos despertamos cada tres horas o la vez que gritó a voz de cuello una grosería en frente de toda la familia, los berrinches, su tozudez, su perenne no, etc.
Y sí, de pronto somos todas una sola madre hablando de lo mucho que nos hacen trabajar nuestros hijos, los modos en que nos quieren manipular, lo fácil que nos toman la medida, el cómo no debemos dejarnos para que el día de mañana no se nos salgan de control y una sarta de barbaridades que, si nos detenemos a analizar, tal pareciera que estamos refiriéndonos a algún enemigo del que debemos protegernos, so pena de perder algo importante.
En realidad, nuestros hijos nos enseñan de tantas y tan sabias maneras a soltar lo que ya no nos sirve dentro de nuestros modos de pensar, de actuar, de creer y de vivir, si tan sólo nos atrevemos y abrimos nuestras conciencias y corazones. Tremendo desafío.
De modo que ésta es la carta que hoy yo le entregaría a la Vanessa que se supo recién habitada por una alma además de la propia.


Querida Vanessa:
Te abrazo con ternura infinita y celebro el milagro que estás viviendo. Estoy aquí para decirte que hoy comienzas la tarea más sagrada de tu vida, sé que sabes que no será sencillo, pero quiero recordarte que la complejidad de esta labor es proporcional a la belleza de la misma.
Sé que a pesar de que habrá momentos difíciles y experiencias simples que en un momento dado te parecerán monumentales, saldrás adelante y siempre con un aprendizaje en mano.
Quizá te sorprenderá saber que en ésta inmensa tarea, de poco servirán los libros, ni los consejos (incluído éste), si no conectas contigo misma en lo profundo, con los sentidos abiertos y las emociones libres al mismo tiempo que escuchas y te permites sintonizar con el alma de tu hijo cada vez que sea necesario.
Ya sé lo que estás pensando, -Que es imposible que puedas estar conectada y atenta el 100% de las veces- y tienes razón, no te será posible hacerlo; pero felizmente ni a tí ni a tu hijo les será necesaria tal utopía.

En este andar que hoy comienzas, lo más importante, no, lo único importante es el amor y no me refiero exclusivamente al amor que sentirás de manera incontrolable y abrumadora por tu hijo, sino también del amor que siempre has deseado vivenciar de manera perenne, el amor incondicional.
Tendrás la magnífica oportunidad de vivenciar ese cliché de que no puedes dar lo que no tienes porque, sabes qué? Es cierto.
Puedes fingir que lo das, puedes intentar y esforzarte al máximo por hacerlo pero a fin de cuentas descubrirás que si no comienzas a sentir amor genuino por tí, por tu cuerpo, tu mente, tus emociones, tu ser entero, tu alma y tus vivencias, no podrás expresarle a tu hijo limpia y fluidamente, ese amor que quieres entregarle.
Y ahí es donde empieza la aventura más intensa, profunda y emocionante y sí...también compleja, porque esta relación que hoy empiezas, no es sólo con tu hijo, sino contigo misma.
Verte entera, completa y comenzar a separar y soltar lo que creías que era tuyo, pero no lo es y a incorporar e integrar, a expresar en tu vida, lo que sí te pertenece.

La maternidad te hará como nunca ser gozosa y dolorosamente consciente de tí misma, de tus límites y capacidades, para intentar trascenderlos, pero primordialmente, para aceptarte y AMARTE tal cual eres, a cada momento, a pesar de que a menudo te sientas tan lejana a tus expectativas.
Y te aseguro que habrán muchas ocasiones en que te sientas así ;) , mientras aprendes a desprenderte de esas falsas expectativas.

Tu hijo es lo más preciado que jamás hayas recibido, pero no es tuyo.
No intentes retenerlo, forzarlo, limitarlo ni adecuarlo a lo que crees que debe ser.
Si te permites verle y amarle a través de un profundo respeto por el ser divino, mágico y hermoso que ya es, que siempre ha sido y será, el amor fluirá entre ustedes limpio y vital. Pero no te culpes cuando falles, vuelve a intentarlo una y otra vez.

No te asustes cuando el enamoramiento pase y comiences a sentirte un poco fastidiada de levantarte tantas veces cada noche con los ojos bizcos de sueño, o de jugar a los mismos juegos vez tras vez, o de contar quince cuentos seguidos, o de cualquier otra nimiedad parecida.
Reconoce tus sentimientos, háblalos con tu hijo, lleguen a acuerdos, amar no significa sacrificar tus deseos por los del otro, así sea tu hijo, enséñale a través del ejemplo a encontra soluciones creativas en donde los deseos que parecían enfrentarse pueden coexistir y a seguir deseando y soñando, pidiendo y expresando agradecimiento por lo recibido.

No tengas miedo si de pronto sientes que no puedes con el paquete, que no naciste para ello, que es mucho más difícil de lo que creías y quieres renunciar...sólo estás cansada y quizá no te has dado el tiempo para valorar cada una de las pequeñas/inmensas labores de amor que a diario realizas. Detente y hazlo...respira, descansa.

No te culpes cuando pierdas la paciencia y alces la voz, repitas lo que te juraste jamás dirías cuando fueras madre y caigas en comportamientos que usualmente desapruebas....reconoce tu humanidad, tus esfuerzos, tus intentos y sabe que tu hijo aprende de tu ira también, no la reprimas, explícale lo que sentiste y pide disculpas, tu hijo entiende mucho más de lo que alguna vez imaginaste y olvida esos detalles sin importancia mucho más rápido que tú.

No te agobies por desear darle a tu hijo todo lo que quisieras que reciba, de una vez te digo: Es imposible.
Felizmente hay un sinfín de recursos y posibilidades para que tu hijo tenga todo aquello que merece, recuerda, no todo depende de tí.

Cuando comiences a sentir enojo porque no puedes hacer lo que deseas a cada momento dado y te frustres por sentirte confinada a una tarea que de momento sientes monótona y sin reconocimiento social, permítetelo, siéntelo y exprésalo a una amiga o por escrito, déjalo ahí para luego volver a él cuando ya te hayas calmado, reconoce qué es lo que tu ser te está pidiendo en lo profundo y busca maneras sanas de saciar esa necesidad.

Recuerda las veces que sean necesarias, que al criar a tu hijo estás haciendo la labor más importante y valiosa del mundo, que además, nunca antes habías sido tan consciente de tus pensamientos, sentimientos y acciones al mismo tiempo que de los de tu hijo, es natural que te sientas cansada y aún abrumada, apapáchate por todo lo logrado, vuelve a enfocarte en lo importante y en cuanto puedas regálate un momento (de esos que llaman egoístas) y disfrútalo!

Ténte paciencia, no te gastes intentando ser la mamá, mujer, esposa, artista y ama de casa "perfecta", suelta las ideas aprendidas de cómo "debes" ser y actuar... sólo son ideas.

Ésta, es la oportunidad idónea para centrarte en lo que verdaderamente nutre tu alma y sólo tú sabes que es a cada momento dado, pero te aseguro que jamás será la casa impecable, ni el niño "bien portado", ni el libro más excepcional, ni nada de eso.

Es al principio desconcertante, desafiante y después muy divertido, aprender como no existen lineamientos exactos ni infalibles para vivir, criar y ser.
Creías saberlo verdad?, pero en el fondo siempre deseabas que los hubiera.
Sé que siempre estarás buscando mejores maneras de criar a tu hijo leyendo, preguntando, escuchando, observando, intentando...

Sin embargo descubrirás que no hay una fórmula ideal preestablecida para criar exitosamente a tu hijo y que aunque a fin de cuentas las experiencias puedan parecerse tanto y los consejos adecuarse a muchas vivencias y sentires, esa diada que conforman tu hijo y tú, es absolutamente única y esa es una de sus riquezas.

Sé que esto te costará trabajo al principio pero....
Relájate!
Disfruta el viaje
Con tu hijo de la mano aprenderás, o quizá sólo recordarás, que la vida es este instante en que estás respirando, tu corazón latiendo, tu ser existiendo y que depende de tí disfrutarla.
¡Te amo!
Y aunque a veces lo dudes, tú tienes todas las respuestas en tu corazón si te detienes a escucharlas.


jueves, 14 de octubre de 2010

Educar sin castigos o algo así...

Hace una semana que leí el tema de ésta semana del CARNAVAL DE BLOGS y no he sido capaz de escribir hasta hoy.
Cómo me ha hecho reflexionar este tópico.
La salida fácil sería escribir sobre lo que los expertos recomiendan y las consecuencias de estas acciones, pero... no fingiré que soy la madre ideal: ecuánime y siempre centrada, zen.
A pesar de mis esfuerzos,cada día, en relación a mi hijo, hay por lo menos un momento en el que pierdo la paciencia, me enfado, digo cosas que no quiero y de las que luego me arrepiento, a veces amenazo, soborno y chantajeo.
Jamás golpeo, pero en realidad no importa tanto si son golpes, jalones, palabras hirientes, miradas amenazadoras o humillaciones: el resultado es similar.

Para mí, el castigar lleva implícita una intención de desquite - Te castigo porque me enojó tu comportamiento y como quiero desahogar mi sentimiento de frustración, ira, molestia, verguenza o lo que sea, te hago sentir mal para yo sentirme mejor, pero como aceptar esto me resulta intolerable, justifico mi acción con el discurso de "lo hago por tu bien", para "educarte". Y hasta me convenzo de que esa es la verdadera motivación detrás de mis actos.

Castigar, en mi opinión, es inflingir dolor, ya sea físico o emocional, y creo que la "necesidad" de aplicar un castigo proviene de una sensación de pérdida de poder por parte de quien lo ejecuta y, en su inconciencia, busca "recuperarlo" ejerciendo su capacidad de dominación del otro por la vía de la fuerza.

Concientemente pienso que jamás desearía eso para mi hijo, que lo defendería ferozmente de quien lo lastimara, pero, ¿qué pasa cuando soy yo quien le hiere?
Pedir disculpas, explicar, besar y abrazar, ¿acaso borran lo hecho y dicho en un momento de inconciencia?
Seguramente no, pero quiero creer que al menos lo atenúan y que permanecerá más firme en su alma todo aquello que logro realizar en conciencia, mientras me mantengo en sintonía con lo verdaderamente importante, cuando puedo sintonizar con mis emociones, necesidades y límites a la par de los de mi hijo y expresar lo que estoy sintiendo y necesitando de formas sanas y claras, en lugar de sólo reaccionar.

De momento yo navego entre las palabras, siempre tratando de expresarle a mi hijo el por qué de mis acciones, de las "reglas", negociando, dialogando, llegando a acuerdos, sin manual explícito, guiándome por el sentimiento, el instinto y por mi hijo mismo.
La mayoría de las veces éste método funciona y convivimos en paz y alegría, otras no, nuestros temperamentos y deseos chocan y se desata la tormenta, la lucha de poderes en que caigo sin darme cuenta y en la que siempre siempre salimos heridos ambos.

Ser padre/madre es una labor inmensa e increíblemente compleja para la que definitivamente nunca estaremos suficientemente preparados sin importar nuestra crianza, nuestra educación, lecturas y demás. Claro está que todo ello influye en un sentido u otro, pero aceptémoslo: Nuestros hijos son los maestros más importantes que jamás tendremos, los que ponen a prueba cada una de nuestras verdaderas creencias y las sacan a la luz para que las veamos a ojos abiertos y las trascendamos si nos atrevemos y nos comprometemos a hacerlo. A veces ese crecimiento interno y esa confrontación tan cruda con nosotros mismo no puede afrontarse más que a partir de la motivación que nos dan nuestros hijos y el infinito amor que les tenemos.

La maternidad es un viaje hacia la conciencia y aunque no siempre lo logro, intento estar a la altura del reto, intento con inmenso amor, con alegría, a veces con intenso cansancio o incluso con agobio, este andar, de la mano de mi hijo, escuchándolo atenta, viéndolo arrobada de amor y agradecimiento por tenerlo aquí a mi lado, sumergiéndome en su inocencia, sorprendiéndome con su sabiduría y sintiéndome translúcida ante su limpia mirada.

Mi hijo me enseña a diario a soltar la ilusa creencia de que yo tengo el control. Me muestra que la vida no se planea, se vive como es a cada instante y que si yo me enfurruño, me enojo y me desespero porque las cosas no son como yo las quiero, él en cambio ríe, juega más, grita, brinca, corre, se enoja, llora y expresa su ser entero tal cual es a cada momento, sumergiéndose en cada emoción sólo durante los breves instantes en que lo necesita para vivirla a totalidad y luego olvidarla, pasando a la que sigue.

También me enseña que él me ama tal cual soy, con mis intentos, mis aciertos y mis errores y que, tras el caos, siempre hay una nueva oportunidad de aprender a amarme y amarlo con el nivel de amor que él me ofrece cada día, ese amor intenso y turquesa, oloroso a pasto, a tierra mojada, a dulce y a cabecita sudada, teñido de deditos coloridos y lleno de morusitas de manzana.

sábado, 9 de octubre de 2010

CARNAVAL DE BLOGS

Ayer ví por medio de facebook, una invitación hecha por Lau, creadora del blog TARKUS KIDS para escribir un post relacionado con el tema CRIAR Y TRABAJAR haciendo así un "Carnaval de blogs de educación consciente y crianza respetuosa".
La idea me encantó y como me enteré el mismo día en que había que entregar los escritos, rauda y veloz me puse a escribir un intento de post fluido y bien redactado que expresara mi opinión general sobre el tema. Aunque el post me gustó, siento que tengo mucho más por decir, pero bueno, ya lo iré haciendo, lo importante es que se den una vuelta por el blog que les mencioné y puedan ahi accesar a los otros post que se hicieron sobre el tema, que seguro serán por demás interesantes, yo apenas los voy a leer ;)

Ayer ya con la prisa, no extendí la invitación y sólo escribí mi post lo mejor que pude en el breve tiempo que tuve disponible para hacerlo, pero, me encantaría conocer la opinión sobre el tema de tantas de ustedes que leo... Si alguna decide escribir sobre eso, por favor no deje de avisarme, me encantará leerlas y leerlos.
Y muchas gracias a Laura Mascaró Rotger por abrir esta oportunidad, que creo tendrá muchas más ediciones y por la labor que realiza en pro de la educación respetuosa y la educación en casa (homeschooling).

viernes, 8 de octubre de 2010

De Criar y trabajar o de todo lo que se me ocurrió escribir aunque ya no tenía que ver con el tema ;)

Durante casi 5 años fuí maestra de maternal en un kínder. Los niños a mi cargo tenían dos años y medio en promedio. A raiz de estar en contacto constante con ellos y sus madres, llegué a la conclusión de que los niños de madres cuyo trabajo les mantenía lejos de sus hijos durante la mayor parte del día, a menudo tenían comportamientos agresivos a sí mismos y a los demás, entre otras cosas.
En ese entonces no era madre y de haberlo sido, mi conclusión hubiera sido seguramente muy distinta, porque ajena al mundo de la maternidad, me era muy sencillo juzgar el comportamiento de las madres e incluso en mi mente, solucionar los problemas que tan claros le parecían a mis jóvenes e inexpertos ojos.

Ahora soy madre y entiendo que una nunca puede ser todo lo que deseaba ser como madre, que no puede evitar caer en ciertos comportamientos y actitudes que se juró nunca realizar y que, para resumir, maternar es adentrarse en un universo que una cree conocer pero en el que nunca termina de sorprenderse y aprender, de conocerse y de crecer.

Yo tuve la fortuna de poder elegir si quería trabajar fuera de casa o quedarme, muchas mujeres simplemente no la tienen. Y yo decidí hacer de la crianza de mi hijo mi trabajo a tiempo completo, al menos en teoría, porque en la práctica como suele suceder, las cosas no son tan simples.

Tras los dos primeros años de vida de mi hijo en los que mi enamoramiento y asombro permanecieron intocables, mi estancia en casa como mamá de tiempo completo fué maravillosa.
A partir de los dos años y medio comencé a sentirme cada vez más inquieta, con deseos de volver a pintar, de crear, de tener más tiempo para mí para escribir, salir, conversar de otros temas que no tuvieran que ver con los ires y venires de la vida hogareña y maternal, quería, necesitaba tiempo a solas para dormir, hablar en voz alta o simplemente..pensar sin interrupciones constantes.

Ha sido todo un desafío para mí conciliar mis deseos y necesidades con los de mi hijo, o al menos con la idea que yo tengo de nuestros deseos y necesidades. Es un desafío criar a un hijo sintiéndose tantas veces incompetente, a punto de cometer un error que traumará al hijo en cuestión de por vida o cayendo en el rol de la madre sufrida en el que se termina agotada, resentida y creyendo que una se merece casi casi una canonización por "todos los sacrificios que hace".
Es un reto ser madre en cualquier tiempo y circunstancia porque la maternidad nos enfrenta a nosotras mismas de una manera espectacular y nos pone, en el mejor de los casos, a cuestionar nuestras creencias y el trasfondo real de nuestras acciones. Es todo un reto ser una madre presente e informada en estos días en que la información, toda clase de información abunda en la red y donde uno accede a tantas teorías que en ocasiones parecen multiplicar en nuestra mente las posibilidades de ser una madre ineficiente, y lo peor de todo, de hacerlo con conciencia de nuestra (aparente) ineptitud.

Yo de verdad creo que trabajar o no trabajar fuera de casa mientras se es madre es un asunto absolutamente personal y que una madre informada y consciente, amorosa puede conciliar (o al menos intentarlo) su vida laboral ya sea por necesidad o por gusto, con su labor de madre.
Conozco mamás que, increíblemente se las arreglan para trabajar fuera de casa y al llegar a su hogar pasan tiempo de calidad con sus hijos y pareja, salen a pasear y mantienen sus amistades, atienden a reuniones espirituales, visitan a los familiares, hacen comida y limpian la casa....
Sé que lo hacen, cómo?, ni idea. Pero son madres felices, sanas, con hijos felices que no dejan de desarrollarse maravillosamente porque van a una guardería, ni porque no usan pañales de tela o porque comen azúcar y toman refresco.
Y el que eso me maraville muestra qué tan bombardeadas de información y de "debes" estamos las madres que no sentimos informadas o intentamos estarlo.

Yo creo fervientemente que no hay un patrón en el que acomodarnos a la hora de ser madres, que increíble y maravillosamente, nuestros hijos vienen tan bien equipados que a pesar de nuestros intentos y carencias, nuestra sociedad, las escuelas, las vacunas, la comida chatarra, la televisión y las creencias de moda así como las de la antigua escuela (agreguen aquí todos los etcéteras que consideren pertinentes), terminan desarrollándose bastante bien. Y conste que hablo de crianzas "promedio", si es que tal cosa existe, en las que no hay violencia ni maltrato deliberado,por supuesto.

Más que sumergirme en un debate o un análisis sobre el efecto que tiene sobre un hijo el que su madre trabaje o no y todas las derivaciones en su vida que surgen de esa decisión, quiero expresar que en mi opinión una de las mejores enseñanzas que como madre puedo darle a mi hijo es ser honesta conmigo misma y amarme como soy. Y con eso me refiero a que no me fustigaré interiormente (o intentaré no hacerlo) por no ser la madre que quisiera y no logro ser, esa que está en sintonía con los ciclos de la naturaleza y de sí misma y vive de acuerdo a ello, que transfiere su respeto y amor por el planeta a cada uno de sus actos y decisiones, que es amorosa, divertida, paciente y presente la mayor parte del tiempo, que mantiene conciencia de que su hijo no es una extensión de sí misma, sino un individuo que merece todo su respeto y por tanto no cederá al impulso aprendido de manipular, amenzar, ni de coaccionar su comportamiento usando todo tipo de triquiñuelas absurdas, que sabe poner límites amorosos y decir no cuando verdaderamente quiere decir no y sí sólo cuando conscientiza a lo que se está comprometiendo al asentir, que consume conscientemente y pone especial cuidado en lo que ella y su familia comen, leen, ven y escuchan, que piensa antes de actuar y decir para no impregnar a su hijo con sus prejuicios e ignorancias, que sabe vivir acorde a sus prioridades, entre las cuales está por supuesto el bienestar integral de su hijo, que permite y promueve la libre y sana expresión emocional y de pensamiento, que educa en casa sin sentirse abrumada por la constante presencia, interrogantes y curiosidad natural de su pequeño y que camina en pos de su plenitud sin abandonar sus sagrados deberes como madre y pareja. (y amiga, hermana, nuera, cuñada, etc.)

Jajajaja, sencillo no?
Pues no!, para mí como madre es una lucha cada día y (en días menos afortunados, cada hora,) por conciliar los deseos que surgen de mí y que a veces ni siquiera coinciden con mis necesidades, con los de mi hijo, que a menudo presenta esta misma disyuntiva aunque no tan frecuentemente, debo agregar. Para mí es ya de por sí un reto educarme y entenderme a mí misma y digerir toda esa información que leo que en teoría me parece maravillosa pero en la realidad me abruma y me parece tan lejana, para después intentar aplicarla a mi vida cotidiana, para mí es un reto diario el asumir, por absurdo que parezca, que ya no soy una niña, ni una novia consentida, sino una madre, una pareja y una ama de casa que tiene como deber el organizar todos estos roles de una manera al menos levemente eficiente sin caer en el caos total ni en la locura.

Trabajar o no fuera de casa, dar pecho o no, vacunar o no, comer orgánicos o no, educar en casa o no, ser ecológica o no, saben? Creo que eso no nos hace ni mejor ni peor madres, creo que lo que nos hace mejores personas y en consecuencia mejores madres, amigas, mujeres en general, es ser auténticas y dar lo mejor de nosotras cuando podamos y descansar cuando no podamos seguir, pedir ayuda cuando estemos cansadas, mostrarnos vulnerables y humanas ante nuestros hijos, con dudas e ignorancias, con errores, infinitud de ellos, pero con nuestra mejor disposición de aprender, enmendar, pedir disculpas, reirse de una misma de vez en cuando y no tomarse tan en serio y de cada día, despertarse agradeciendo lo que somos, lo que hacemos, las bendiciones que tenemos y tratar de seguir sintiéndonos agradecidas al llegar la noche, de poder sentirnos satisfechas no porque estamos siguiendo las reglas de nuestro librito personal, sino porque, hagamos lo que hagamos, estamos haciéndolo en conciencia y con profundo amor, o al menos...intentándolo.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Regreso a mí

Agradezco inmensamente los sincronismos, los "pequeños" milagros que tienen lugar cada día, aquellos que reconozco fácilmente y los que de pronto no soy capaz de ver como tales.
En estos día siento que la vida misma, mi ser casi en su totalidad y mi medio ambiente están haciendo una invitación, ya no tan sutil a enfrentarme a lo que me da tanto miedo intentar.
Desde hace mucho escucho el llamado que he querido evadir, que he postergado hasta lo imposible y que ya no puedo negar.
Hablando con una amiga hada que tiene la mágica cualidad de acompañar y abrazar con las palabras, con la intención amorosa bien reflejada en cada letra, tengo que admitirme primero a mí misma que me he tenido muy pero muy abandonada, que he hecho cuanto me fué posible por intentar mantener una paz ficiticia a base de callarme, de negarme y de mantenerme enroscada por miedo a no ser aceptada, amada por quien esperaba ser incondicionalmente apreciada desde que nací.
Yo soy madre y ahora sé cuanto espacio y distancia hay entre mi hijo y yo, aunque a veces parezca no haber ninguna, qué tan complejo puede ser amar en su totalidad y sobre todo demostrar los infinitos matices de ese amor cuando su expresión personal (la de su ser y sus deseos) y la mía parecen enfrentarse, dirijirse hacia lados opuestos.
Nada como la maestría de la inocencia de un hij@ para mostrarnos por entero todito aquello que nos hemos negado a nosotras mismas, que nos hemos callado y que tememos ver a ojos y alma abiertos.
Un hij@ nos muestra con absoluta claridad esas áreas en las que no nos permitimos ser, los vacíos, las "carencias", nuestras ideas caducas, nuestros secretos. Y en el amor a ellos reencontramos nuestro amor a nosotros mismos, si nos atrevemos a andar ese camino.
Pues yo estoy aquí, atreviéndome, a veces pareciera que apenas animándome a atreverme, asomando la cabeza como para ver si no hay peligro alguno en sacar a airear las ideas que no gozan de bienvenida en mi entorno, pero que pueblan mi interior y revolotean felices en mí, otras salgo de forma impetuosa y sin planeación alguna para encontrame con distintos pero siempre sorprendentes resultados.
Una va ascendiendo en consciencia y experiencia, los errores nos muestran el camino a seguir o el camino a no seguir, y de momento yo debo parar esta carrera en círculos que momentáneamente he andado y seguir en espiral hacia adelante.
Mi cuerpo me habla, la tensión en mi estómago, la acidez en mi plexo solar, el dolor de cabeza, la tensión, la necesidad de llorar, de expresar, de liberar que a veces sólo saco con toda la fuerza que puedo, al cantar visceralmente, así es como siento que libero la energía contenida dentro de mí.

Regreso a comer, con conciencia de los mensajes que me está dando mi cuerpo, de cuando parar, de qué comer, de qué no comer, de cuándo comer. Algo tan sencillo y tan satisfactorio cuando logro entonar.
Regreso al horario para dormir y despertar, al gozo que sentí esos días de amanacer casi a tiempo del sol para estirar mis dormidos músculos y saludar el día desde un tapete de yoga, a continuar vaciando la mente de los pensamientos circundantes en la hojas del cuaderno, libres, fluidas las palabras/ideas/emociones.
Regreso a caminar con pies desnudos sobre la tierra, a sentirla entre mis manos, pegada a mis dedos y olerla con deleite cuando está húmeda.
Regreso a conectar con la Madre Tierra en mi corazón y mi pensamiento todos los días a las 9:09, en una sintonización con un montón de almas que hacen lo mismo en distintos lugares al mismo tiempo.
Regreso, apenas puedo creerlo tanto tiempo hace que no lo hacía, regreso al innato derecho y deber de expresarme toda gústele a quien le guste, regreso a ser la cuidadora de mí misma, cultivando atenta y amorosa mi ser entero dándome voz siempre, habitándome por completo, reconociéndome toda y amándome como mejor pueda en cada momento dado y toda circunstancia.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Comienzos y reencuentros

Uff, hace mucho que no escribía aquí!
Me la he pasado escribiendo mentalmente posts y más posts acerca de los mas diversos temas, desde la partida al infinito de un hombre poseedor de un maravilloso espíritu grabado en letras, cantos y obras altruistas al que dolosamente el mundo perdió, hasta el prometido análisis muy personal y cuestionable sobre las princesas de Disney y sus efectos en nuestra conciencia femenina colectiva, hasta muchas y muy interesantes recomendaciones de blogs, escritos, videos y presencias que a menudo me encuentro en este mundo cibernético...pero la intención y la inspiración a menudo acuden a mí cuando estoy acostada a punto de enlazarme con el universo onírico y eso, aunado a mi resistencia a expresar lo que sea que estoy pensando, sintiendo y viviendo sin censuras ni edición previa, es causa de que este blog haya estado tan pero tan abandonado.

Por lo pronto y para no perpetuar este silencio autoimpuesto, comienzo:

Les cuento que retomé mis clases de pintura que desde hace 4 años no tomaba y que el simple hecho de tomar esa aparentemente sencilla decisión, me puso a pensar, reflexionar, escribir y soltar viejos miedos, enfrentarlos de frente y con el corazón abierto para finalmente atender un llamado intenso de mi corazón al mismo tiempo que intento hacer algo casi inaudito para mí: confiar, confiar absolutamente en que todo saldrá bien mientras yo no estoy junto a mi hijo como hasta hoy casi 24/7, abrir mi espíritu al gozo natural de embarcarse en algo nuevo, en aprender y mostrarme al mundo tal como soy y no como quisiera y a darme permiso de expresarme cada vez con mayor diversidad y creatividad.
Todo va maravillosamente y estoy más que feliz por haber tomado esa ruta, gracias!

En otras cosas han sucedido tantos sincronismos y milagros diarios tan personales como mágicos que verdaderamente no puedo más que agradecer y sentirme dichosa por estar donde estoy y vivir mi vida....
....peeeeero, la verdad no siempre me siento así, he intentado cambiar mi rutina de toda la vida, de ser una noctámbula empedernida viajante de la madrugada donde gestaba mis más límpidos pensamientos y entendimientos, a convertirme en una asidua visitante del amanecer, sólo que tuve a bien tomar la decisión de la manera más impetuosa posible y mi organismo sintió el impacto de todos los cambios juntos, la nueva rutina de sueño, el cúmulo de nuevas actividades no sólo físicas sino mentales (que también cuentan) y zas! que me resfrío como hace años que no me pasaba, sintiéndome apta sólo para dormir y permanecer acostada felizmente y totalmente imposibilitada para hacerlo en tanto que mi vida tuvo que seguir prácticamente al mismo paso de siempre, excepto por mi despertar tan temprano.

Además, encontré una maravillosa página en donde puedo leer en línea una inmensidad de libros, de los cuale ya tengo como 20 en espera y varios leyendo y eso, aunado a mi intensa necesidad de absorber información que considero útil, emocionante, profunda e interesante pues desemboca en una perenne frustración por la discrepancia entre la cantidad de material que tengo para leer y la cantidad de tiempo que puedo dedicarle a esa labor y eso sin contar el limitado espacio mental que puedo concederle en un determinado tiempo a todo lo que abarca mi curiosidad, que no es infinita pero tampoco minúscula.

Pues todo este rollo es para expresar que estoy abrumada, de belleza y posibilidad, de amor y responsabilidad, de obligaciones y querencias, expectativas y realidades, de vida pues.
Abrumada y necesitada de (qué novedad) organización y paciencia, de caminar a paso tranquilo pero constante para poder realmente atender de entre todo lo que me convoca, lo realmente importante y valioso para mí, que no es poco, pero sí mucho menos del bagaje inicial en que intenté sumergirme.

Así que poco a poquito iré transitando este camino de vida en el que soy indefectiblemente una persona, una mujer con sueños propios y otros contagiados de la magnificencia ajena, con un cúmulo de ideas y proyectos por construir, una madre profundamente interesada y comprometida con el bienestar integral de mi hijo y la pareja de un hombre que merece mi amor y mi atención tanto como yo la suya, una hija, hermana, nuera, cuñada, amiga que intenta entablar comunicación con constancia y respeto tanto como con amor, una perenne exploradora de los libros y las imágenes, una artista y artesana en ciernes, una aprendiz de la vida y el amor y.....una ama de casa que tiene cargas de ropa por lavar, pisos que limpiar, camas por tender, comidas por cocinar y un chin... más de cosas por hacer así que aquí termino mi primer post de vuelta y me voy a laborar.....
Jejejejejeje, las y los quiero!
Gracias por estar <3

miércoles, 30 de junio de 2010

Mariposas en luna


Ésta es mi primer toalla de tela, hecha por mí, con prisa y todo porque apenas si la terminé a tiempo para estrenarla. Hoy recibo a mi luna y lo haré estrenando alternativas más suaves y respetuosas con el medio ambiente, siii!

Aunque las costuras quedaron un poco chuequitas, estoy muy satisfecha con el resultado y haré muchas más. Me toca experimentar con distintos diseños y telas para ver qué se acomoda mejor a mi cuerpo, a mis ciclos y demás.
Por lo pronto comparto feliz y luego les cuento cómo se siente!

sábado, 12 de junio de 2010

miércoles, 7 de abril de 2010

Se hace el camino al andar, vaya que sí...

En medio de tanto trabajo interior y algo exterior, de tantos subes y bajas emocionales en mi búsqueda de consciencia, abandoné el privilegio de escribir "en voz alta" mis pensamientos.
No encontraba un momento de calma y balance para expresar lo que ni siquiera podía organizar en mi mente y en mi cuerpo.

No pasa nada y pasa todo, no hay grandes cambios en lo aparente pero siento una tempestad seguida de una intensa paz, luego viene un inmenso amanecer cálido y sereno para después anochecer sin luna y rodeada de fuertes vientos, más o menos así me siento.

Siempre me he colgado de los libros como quien se aferra al salvavidas en medio del oceano, siempre busqué las respuestas y las guías en las letras impresas, en los caminos ajenos y en las experiencias compartidas. Soñé, idealicé, deseé y temí con igual fuerza que me pasaran las mismas cosas, encontrar la misma seguridad, vislumbra el camino con claridad y atravesar la noche oscura del alma para salir triunfante, luminosa y entera y permanecer así el resto de mi vida.

A mis treinta y un años estoy empezando a andar mi camino y no tengo la mínima certeza de nada, siento más dudas que cabellos en mi cabeza y a veces me pienso enteramente sola en este andar entre lo que mi mente desea y lo que puedo lograr en un tiempo determinado, entre lo que mi cuerpo me pide y lo que quiero imponerle, entre mis brillantes expectativas y lo pequeñito de mis avances.

Pero hay algo que sí sé de cierto y no lo supongo (J.S) y es que estoy viva, mi corazón late constante y mi respiración continúa, no hay marcha atrás en mi determinación de crecer y honrar mi camino, mi voz y mi alma y aunque a veces parezca retroceder, sigo adelante.

Por primera vez desde hace años me siento sin reglas, sin instrucciones y totalmente responsable de lo que yo decida hacer con mi viaje y nunca me había sentido más asustada.

Sigo adelante, y hacia los lados y hacia adentro y hacia arriba y hacia donde mis pies me lleven, con miedo pero con amor también, con prisas a veces pero también con tolerancia y paciencia, con incomodidad en ocasiones, pero con profundo agradecimiento porque por fin, estoy andando mi camino, ese que voy haciendo, forjando, danzando, pintando, cosiendo, escribiendo, cocinando, limpiando, lavando, amando, besando, abrazando, llorando, soñando y viviendo cada momento de mi vida.

Voy caminando, sigo avanzando, camino...

lunes, 8 de febrero de 2010

Meditación


Estoy haciendo cambios necesarios y atendiendo lo que mi voz dice.
Experimentando, jugando, aprendiendo y fluyendo...
ABRAZOS Y BENDICIONES!

martes, 19 de enero de 2010

Influencias mediáticas

Ayer que releí el primer capítulo del libro que estamos leyendo en el club de lectura MAGIA EN LOS LIBROS , La represión del deseo materno por Casilda Rodrigáñez, me quedé pensando en tantas cosas...
Ideas que desde hace tiempo se vienen cocinando en mi mente, resurgieron son más fuerza aunadas a la indignación por gran parte de los roles que se nos ha asignado al género femenino y que hemos obedecido en mayor o menor medida.
Y me puse a reflexionar, una vez más, sobre el efecto poderoso, silencioso y efectivo que tienen los medios de aleccionarnos y en cómo todos de una forma u otra, obedecemos a sus mensajes.
Más allá de que sepamos que si compramos el shampoo x nuestro pelo no se verá como el de la modelo o de que aceptemos conscientemente participar en la ilusión de realidad fantasiosa que nos ofrecen las novelas y películas, en verdad, ¿somos conscientes de qué tanto nos influyen sus tramas y modelos?
Pensemos ya no en nosotros como adultos, se supone que pensantes y maduros, sino en los chiquitines que, con sólo ver una hora de televisión diaria (y ven en promedio muchísima más), absorben una increíble cantidad de imágenes violentas, ven comerciales a cuál más ofensivo a la inteligencia y programas que a pesar de estar enfocados a la niñez están saturados de mensajes negativos y sexistas.
Encender la televisión en época decembrina, es ver tristemente como la mercadotecnia no tienen el menor empacho en crear modelos con tal de aumentar sus ventas y el consumo.
Niñas en actitud materna alimentando incontables muñequitas que ya hablan, balbucean, ríen y hacen pipí y popó de mentiritas, niñas en cocinitas, niñas jugando con muñecas hiperdelgadas y excesivamente maquilladas cuyo no va más en la vida es comprar ropa, zapatos y estar a la moda, niños jugando con carritos, niños entusiasmados con el último mono megamusculoso que pega y dispara para vencer a los "malos", etc, etc.
A nuestra sociedad le ofende la idea de que una mujercita corra destrampada y trepe a los árboles o se interese en los carritos y ni se diga si un niño muestra interés "excesivo" por las cocinitas o cualquier otro juego que ostente un color rosa o características consideradas femeninas.
Si los niños están alrededor de nosotros mientras vemos series y novelas, tengan por seguro que también las están viendo y oyendo y junto con eso, absorbiendo toda clase de valores de dudosa calidad, porque hagamos un recuento: Las series que más éxito parecen tener y que se propagan como ratas son aquellas en las que el sarcasmo es el elemento indispensable y el humor se basa en una comedia de farsa o bien en los que incontables profesionales expertos pueden determinarlo todo acerca de toda clase de crímenes con sólo analizar una gota de saliva, babosadas de esas.
Y las novelas....bueno, eso necesita todo un post aparte.
Pero no creamos que Disney se salva de eso, porque para ello sólo hace falta hacer un recuento de las historias de cada princesa y personaje femenino que, con sus ligeras variantes, encuentra la felicidad eterna al momento de unir su vida con algún príncipe encantador.
Y de ellas también hablaré próximamente.
Ahora, en mi país hay una campaña masiva de comerciales de medicamentos. Es exhaustivo!
No puedes ver nadita de nada sin chutarte una docena de anuncios que prometen aliviar toda clase de malestares con sus cincuentamil pastillitas mágicas...

¿Qué mensajes estamos insertando en las mentes puras de nuestros hijos?
Y ¿cuántos de ellos los traemos inscritos ya y los pasamos sin siquiera darnos cuenta?

Hagamos conciencia, de pronto reflexionemos y estemos atentos a todo aquello que consumimos para entretenermos, para "relajarnos" y estemos al tanto de que si bien nunca es tarde para comenzar a reaprender, podemos intentar que nuestros hijos lleguen a la edad adulta menos contaminados que nosotros, practicando un consumo consciente y responsable en todas las áreas de nuestra vida.

domingo, 17 de enero de 2010

El gozo de ver a mi hijo riendo feliz y entusiasmado por la experiencia de algo nuevo, por algo tan sencillo es indescriptible, es mágico.
Agradezco profundamente a este maestro (uno de tantos, pero en mi corazón, el más importante)
que la vida me designó y deseo ser una aprendiz comprometida y abierta a sus enseñanzas.
Estar junto a mi hijo, observarlo, es un encuentro con lo sagrado y un viaje a lo puro y lo inocente, a lo que alguna vez abundó en mí y poco a poco fué encapsulándose para protegerse.
Gracias hijo hermoso TE AMO!

Hoy me subí a un columpio nuevamente y regresé a mi infancia.
Volé felizmente acariciada por el viento fresco y la sonrisa inundó mi rostro. Recordé esas tardes en el jardín columpiándome confiada a ojos cerrados para ver desfilar tras mis párpados los verdes, naranjas, amarillos y terracotas que se formaban según les diera la luz del sol.
Escuché de nuevo mi risa y las canciones infantiles sonando alto a través de los ventanales abiertos.
Recordé la jacaranda lloviendo flores violetas y el tronco caído por el que subía equilibrándome, el laurel rosa que olía dulce y el cielo surcado de las hojas altas de los árboles.
Me encontré en mi infancia, me habitó mi niña y sonreimos juntas, agradecidas por lo que fué y por la delicia de estar viva, presente en esta noche fresca viajando arriba-abajo impulsada por la vida, cobijada por el amor y acompañada por mi familia.

lunes, 4 de enero de 2010

Hoy me toca decir que a pesar de haberme ausentado durante tantos días y tener en el tintero las letras festivas, agradecidas y atareadas de las celebraciones pasadas, las fotos pendientes de los regalos, las envolturas, las maravillosas pinturas que mi hijo hizo para sus abuelos y demás, hoy sólo tengo la necesidad de hacer acto de contricción y confesarme, así que eso haré. Quedarán en pausa los buenos deseos y los incumplibles propósitos, las visualizaciones para este año que comienza y todo lo porvenir, porque hoy es mi momento de pedir perdón y de reencontrar el camino a casa, al corazón, a lo verdaderamente importante, a lo único que debe ser prioritario en mi hacer diario y eso es el amor.
El amor a mi hijo.
Estos días, tal vez inundada por los deberes, los quereres y los laberínticos ires y venires de ideas en mi mente, me he ausentado de mi hijo, he estado presente en cuerpo, pero no en alma, no en sustancia, no en corazón. Me he perdido de horas valiosas e irrepetibles de contacto cercano, cálido y entero con mi hijo por ir persiguiendo una satisfacción personal, ilusoria y breve.
Como resultado me he sentido agobiada, presionada, cansada, culpable, y sobre todo una muy mala madre, bastante deficiente!
Ahora, sé que no soy una mala madre, sé que mi hijo sabe que lo amo y que percibe mi amor en innumerables gestos y actos grandes y pequeños, pero es importante dejar esto en claro para mí y atestiguarlo, reconocerlo para evitarlo en un futuro cercano y lejano.
Me ha dolido darme cuenta de cuan a menudo me ausento de la vida, de que muchas veces intento vivir como si pudiera abarcar mucho más de lo que en realidad soy capaz, como cuando intento escuchar dos conversaciones al mismo tiempo y me esfuerzo por entender ambas, pero en realidad no estoy en ninguna en totalidad.
Me estoy cuestionando cuánto de mí doy, qué tan presente estoy cuando hablo con alguien, cuando cocino, cuando me baño, cuando como, cuando, etc, etc.
Quizá es por eso que siempre pienso que no es suficiente lo que hago y lo que soy y lo que doy, porque en realidad no me permito estar de manera integral en mi persona y en mi vida.
Es como si viviera corriendo detrás de algo que no sé que es, corriendo como si con ello alcanzara los años perdidos, el tiempo perdido, las malas decisiones, lo pasado. Y al hacerlo me voy perdiendo el presente y creo que vivo cuando en realidad no lo estoy digiriendo a totalidad, subida en este tren que no me lleva a ninguna parte a donde en realidad quiera llegar.
Creo entonces que si hay algún deseo, intención y compromiso que en verdad quiero lograr a partir de hoy, es el vivir consciente, presente y totalmente cada uno de mis días.

Éste es mi regalo de amor de mí para todos, incluyéndome.
Les deseo incontables bendiciones, conciencia, luz, amor, alegría, plenitud, espíritu, lecturas, creación, vida, abrazos, salud, dicha, gracia, crecimiento, gratitud, tribus y familias amorosas, perdón, compasión, comprensión, generosidad y buen humor!
Gracias por su compañía, sus palabras, su tiempo, su generosidad y su presencia, gracias!