martes, 21 de octubre de 2014

Honestidad


A veces lo que creemos que queremos, no es lo que en verdad queremos ni necesitamos.
Durante estos meses he ido viendo la distancia que hay entre aquello que hago, siento y "soy" y las creencias que guardo respecto a qué debo hacer, sentir y "ser".

Es una delgada línea en la que a veces me pierdo. Mi brújula interna es certera, pero a mi interpretación le falta fortalecimiento y práctica.

Resulta que comencé a estudiar en línea con entusiasmo y a las pocas semanas me estaba sintiendo más cansada, abrumada, impaciente y enojada, que dichosa. Estaba tan enamorada de los colores en la plataforma y me creía tan importante por mi determinación y perseverancia para sortear cada obstáculo que se presentaba, que no me daba cuenta del motor detrás de tanto esfuerzo.

Mi cuerpo me enviaba mensajes que yo ignoraba porque "había que cumplir con las tareas y ya habría tiempo para descansar". Algo no se sentía bien, en realidad casi nada se sentía bien, pero yo seguía! Me dolió aceptar que si bien mi amor por aprender había sido el origen de mi elección inicial, después continué por programación a la obediencia, a complacer a las autoridades, a "ser la mejor" o al menos dar todo en el intento, ya que eso es lo que aprendí a hacer en mi infancia y lo tenía, francamente dominado.

Ahora sé que tenía miedo de aceptar que este sistema ya no es compatible con mis actuales prioridades, no es funcional ni necesario en mi vida.
A pesar de que casi de inmediato me dí cuenta de que la cosa no iba a funcionar, me resistí con empeño. Durante un tiempo no fuí capaz de agradecer esta experiencia que me permitió definir y clarificar las semillas que quiero sembrar en mi día a día. Sentía vergüenza porque creí y creé un juicio en el que abandonar (lo que por fuera se reconoce como bueno aunque por dentro se sienta malestar), es desobedecer, cuya consecuencia es el castigo, el rechazo y la culpa. 


¡Qué sorpresa! Qué atisbo de alivio y placer el recordar que no es ya necesario que haga hasta lo imposible por adaptarme, que puedo simplemente elegir distinto.

Estoy ejercitando el sano discernimiento y viendo cada vez con más claridad el camino que quiero seguir, aquello que amo nutrir, así como reconociendo las formas en que solía sabotear mi alegría y expresión personal, lo cual no siempre se siente bien, pero es vital para recrear de forma congruente con lo que me entusiasma, y así en verdad apoyarme.

Esta es la cosecha que estoy recogiendo en este otoño y la agradezco abundantemente.
Nos vemos pronto, abrazos!


miércoles, 13 de agosto de 2014

¿Cómo era eso de que....Un hablador cae más rápido que un cojo?

He vuelto...
Sí, he vuelto al face luego de una semanita de ausencia, o algo así, ya ni me acuerdo.

La verdad, paso momentos muy ricos y disfrutables ahí, porque es práctico en el sentido de facilitarme estar en contacto con muchas de las personas a quienes amo y admiro y de quienes aprendo. Ahí he conocido gente linda, emprendedora, colorida y amorosa y eso me fascina!

Hay una frase que me gusta mucho. "NO ES EL QUÉ, SINO EL CÓMO" Y sí, coincido totalmente, porque antes del feis, eran los libros, la tele, las películas...siendo honesta he de decir que observo un patrón en usar algo que me gusta y me entretiene, no sólo como un medio de aprendizaje y exploración, sino también como medio de evasión.

Sigo en el camino de aprendizaje en cuanto a gestionar el tiempo, en ser consciente de qué, cómo, cuándo, por qué y para qué hago lo que hago y lo mismo aplica para lo que voy aplazando.

En fin, estoy de vuelta por allí, aprendiendo de los demás y de mí, observándome y en proceso de aceptación de lo que creo que soy versus lo que creo debo ser y de, en realidad, experimentarme para conocerme.


jueves, 5 de junio de 2014

Desintoxicación Feisbukiana 
o
 (la búsqueda de una identidad perdida en el espejo de las redes sociales y la interné)

Heme aquí en mi primer día con mi cuenta de feisbuk deshabilitada, oh dios! Jajajajajaja!
La neta del planeta es que estoy emocionada por este experimento que hace algún tiempo me era absolutamente imposible, pero que ahora, a unos cuantos años de tener mi cuenta de feis, me resulta casi casi necesaria porque, a ver, ¿en qué fatídico (ejem) momento confundí al feis con la vida misma, con mi principal medio de entretenimiento, información y conexión con la especie humana?

En verdad no lo sé, porque fué gradual, porque hay tanta gente maravillosa, tanta información tan chida, divertida e interesante, tanto chisme, la verdad sea dicha, que se volvió muy cómodo y accesible picarle cada mañana y sumergirme en un montón de vida virtual, ir y charlar con unas amigas divinas y enterarme de "las vidas" de l@s conocid@s así en imágenes, en frases iluminadoras o divertidas, en sus fotos, en sus enlaces....

La cosa es que, soy una enamorada de la información, pero parece ser que en un punto confundí leer y escuchar con conocer y experimentar y de pronto con todo el tiempo que invertía investigando, leyendo, siguiendo y checando durante el día el feis y las pelis y el twitter y las ted talks y los cursos y blogs para emprender y hacer más eficiente tu negocio, los free tele summits que me arreglarían la vida, las páginas "espirituales" que me encantan......me perdí.

A mi naturaleza introvertida le encantó sentir que formaba parte del todo, sin tener que moverme de mi silla, pero mi cuerpo comenzó a enviarme mensajes de verdadero hartazgo tras las horas a las que lo sometí en posiciones incómodas, la espalda, los ojos... Me enamoré de lo sencillo y práctico que es poder hacer reuniones virtuales, echando la chorcha, compartiendo fotos,  recetas y demás pero me olvidé de nutrir mis amistades presenciales con la misma constancia... Me piqué leyendo cuanto artículo y post captaran mi atención y dejé de escribir lo que escucho dentro... Me sentí cautivada, emocionada, inspirada y a menudo envidiosa de los proyectos, el arte, las creaciones divinas que veía porque me escondí en esa avalancha de imágenes hermosas para no aventurarme a crear lo mío, como sea, como salga y permitirle ser, evolucionar...

Así que, aunque soy consciente de que deshabilitar la cuenta no resuelve los miedos aprendidos, ni es la varita mágica que todo lo cambia, es un pasito antojable, una pausa para replantearme el camino, las formas y los medios, el cómo y el para qué hago lo que hago y consumo lo que consumo.

EAH!!!!!

domingo, 5 de enero de 2014

Inaugurando ciclos

¡Hola! jajajajaja, he vuelto!
Hoy me dieron ganas de escribir por aquí, después de casi un año de no hacerlo, estamos inaugurando un ciclo, según un calendario, pero en realidad inauguramos ciclos a cada momento, en cada nuevo día, en cada ajá que tenemos y hacemos en congruencia con la vida, con el amor y nos movemos, fluimos, crecemos, aprendemos y creamos.

Somos nuevos a cada instante si nos permitimos aceptarlo y alegrarnos por ello, agradecerlo, mientras estamos vivos tenemos la elección de seguir en movimiento y recrearnos a cada instante gozosamente, aunque a veces ese gozo vaya acompañado de dolor, de miedo, de las emociones que como humanos vamos explorando.

Hoy me siento bien, contenta y agradecida de estar aquí ahora mismo, eligiendo en amor, vivir, con todo lo que ello implica, agradeciendo tanta y tanta belleza y ocasión de éxtasis que ofrece la experiencia, la vivencia, la exploración y permaneciendo tan abierta como me es posible cada vez :D

Hoy vengo a decir Hola a la vida, conscientemente y Gracias!